viernes, 26 de noviembre de 2010

El arte de cuidar un bonsái


Lo prometido es deuda y como dijimos la semana pasada, hoy en nuestra trastienda de Quedeflores.com vamos a hablar de los cuidados básicos que necesita un bonsái. Cuando nos compramos o nos regalan uno tenemos que tener muy claros los cuidados que requiere nuestro “mini árbol” pero sin tenerle miedo.

Como comentamos el otro día, la palabra Bonsai viene del japonés y es la mezcla de dos palabras: Bon, que significa “bandeja” y sai, que quiere decir “naturaleza” o “árbol”, sin embargo, contrariamente a lo que se piensa el bonsái nace en China como objeto de culto para los monjes taoístas.

Un bonsái puede vivir muchos años dependiendo de los cuidados que reciba. Hay que tener en cuenta que son árboles en miniatura por lo que la mayoría, viven mejor en exterior que en el interior de una casa, así como que no hay unas pautas generales ya que cada bonsái se adapta a los cuidados de su especie.

Los bonsáis de interior son especies que no soportan bien las heladas, como el ficus o la Carmona, y su adaptación dependerá de las condiciones ambientales como la luz, la temperatura o la humedad. La luz es el aspecto más importante para su crecimiento por tanto siempre debemos intentar situarlos en un punto en el que tengan mucha claridad, por ejemplo, cerca de un ventana.

El ambiente en el que esté nuestro bonsái debe de ser húmedo para evitar que se deshidrate, cuanto mayor sea la temperatura, mayor tendrá que ser la humedad. Otro dato a tener en cuenta es que los bonsáis de interior no soportan bien las corrientes de aire.

Los de exterior por su parte, necesitan las mismas condiciones que los árboles que viven en la naturaleza. Por lo general, se sitúan en zonas soleadas aunque si el verano tiene temperaturas muy elevadas, es conveniente resguardarlos a la sombra y del viento, para evitar que puedan sufrir quemaduras en las hojas.

Es aconsejable también protegerlos de las heladas ya que para entrar en reposo invernal necesitan una temperatura que oscile entre los 0º y los 5ºC.

En cuanto al riego, al vivir en un espacio muy reducido se les debe suministrar agua de forma periódica, siempre que la superficie de la tierra esté seca. Además, es aconsejable regarlos con agua de lluvia, si esto es complicado, una opción es dejar reposar el agua de grifo unos 5 o 6 días antes de suministrársela para evitar las manchas de cloro.

Además del riego, los bonsáis también necesitan pulverización para eliminar la suciedad y el polvo que se puedan quedar en sus hojas.

Dejaremos para post posteriores otros aspectos como la poda de los bonsáis, los tipos de árboles más utilizados para este arte o las enfermedades que puedan padecer.


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